miércoles, 5 de diciembre de 2012

La Psiquiatría:


La psiquiatría es la ciencia que se dedica al estudio y tratamiento de las enfermedades mentales. Su objetivo es prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar los trastornos de la mente.
Recién en el siglo XIX los trastornos mentales comenzaron a ser tratados científicamente como enfermedades. Hasta entonces, las personas que sufrían enfermedades mentales eran encerradas en asilos y recibían distintos tratamientos con la intención de restituirles la razón.
El alemán Emil Kraepelin (1856-1926) suele ser mencionado como el padre de la psiquiatría y el responsable de incluir a esta ciencia dentro del ámbito de la medicina. A partir de sus aportes, la psiquiatría comenzó a considerar tanto los factores psicológicos y sociales como las cuestiones biológicas en el tratamiento de los pacientes. Los tratamientos psiquiátricos, por lo tanto, pueden dividirse en dos grandes tipos: los biológicos, que pueden incluir el suministro de medicinas y la aplicación de electroshock para actuar en la bioquímica del cerebro, y los psicoterapéuticos, que apelan a las técnicas de la psicología.
La psiquiatría cuenta con varias subespecialidades, como la psicopatología (que estudia los procesos que pueden llevar a la insanía mental), la psicofarmacología (dedicada al análisis de los efectos de los fármacos en los tratamientos conductuales, emocionales o cognitivos) y la sexología (el estudio esquemático de la sexualidad humana).
Se conoce como antipsiquiatría al conjunto de teorías y posturas que consideran que la psiquiatría tradicional no es beneficiosa ya que utiliza conceptos médicos inadecuados, está vinculada a los intereses económicos de las farmacéuticas, estigmatiza a sus pacientes y hasta trata a las personas contra su propia voluntad.

 
Después de ver el vídeo tenemos la opción de menospreciarlo totalmente abogando a la manipulación de datos y declaraciones fuera de contexto que aparecen, pero me parece más oportuno e interesante reflexionar acerca de nuestra especialidad rescatando algunas de las críticas que se nos realiza. No podemos olvidar que algunos de los mensajes que se lanzan (y de los que se nos acusa) forman parte en cierto grado de la opinión pública y nos los vamos a encontrar en nuestra consulta a modo de resistencias o cuestionamientos a nuestros tratamientos, por lo que nos parece doblemente instructivo pensar sobre ello.  Para empezar, en lo que respecta al tema de la manipulación, podríamos plantearnos en qué difiere un vídeo de estas características con la información emitida por los medios de comunicación habituales y respetables que consumimos diariamente No debemos olvidar que toda información que se nos ofrece está en cierta medida sesgada y que es importante conocer a qué grupo empresarial pertenece el medio de comunicación para así “filtrar” sus intereses de la propia noticia.
Y justo en este punto, creo que encontramos nuestra propia falacia. Deberíamos preguntarnos y replantearnos ¿cuál es el objeto de atención de la Psiquiatría? Estamos inmersos en el paradigma médico (biologicista) en el que se considera que existen enfermedades mentales objetivables y identificables de manera similar a como se puede diagnosticar un infarto de miocardio o el asma, pero obviando el hecho de que desconocemos la fisiopatología y patogenia de dichas supuestas enfermedades y por lo tanto agrupamos una serie de criterios (suma de síntomas y condiciones) para llegar a un diagnóstico. Los que nos dedicamos a la clínica somos conscientes de que nuestros pacientes acuden para aliviar su sufrimiento y de que ése precisamente es el foco principal de todas nuestras intervenciones: paliar el sufrimiento humano. Si insistimos en el modelo médico y utilizamos su terminología nos encontraremos atrapados en un dilema: ante la pregunta de ¿cuántas curaciones hemos obtenido? nos quedaremos sin argumentos porque el concepto de curación de la medicina general no es extrapolable a nuestra especialidad. Por ello, deberíamos reformular lo que se entiende por curación en Psiquiatría.

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