Una definición operacional constituye el conjunto de
procedimientos que describe las actividades que un observador debe realizar
para recibir las impresiones sensoriales (sonidos, impresiones visuales o
táctiles, etc.), que indican la existencia de un concepto teórico en mayor o
menor grado (Reynolds, 1971, p. 52). En otras palabras, especifica qué
actividades u operaciones deben realizarse para medir una variable. Siguiendo
la línea de FN. Kerlinger, una definición operacional nos dice que para medir
esta variable, hay que hacer esto y esto otro (nos indica los pasos a seguir).
Por ejemplo, la definición operacional de la variable “temperatura” sería el
termómetro (con las respectivas instrucciones de cómo medir e interpretar la
temperatura); “‘inteligencia” podría ser definida operacionalmente como las
respuestas a una determinada prueba de inteligencia; el conocido “Inventario
Multifacético de la Personalidad Minnesota” (MMPI) es una definición
operacional de “‘la personalidad” en adultos y adolescentes alfabetizados. La
variable ingreso familiar podría ser operacionalizada haciendo una pregunta
sobre el ingreso personal a cada uno de los miembros de la familia y luego
sumando las cantidades que cada quien indicó. El “atractivo físico” es
operacionalizado en un certamen de belleza —como el de “Miss Universo”—
aplicando una serie de criterios que un jurado utiliza para evaluar a las
candidatas (los miembros del jurado otorgan una calificación a las
contendientes en cada criterio y después obtienen una puntuación total del
atractivo físico).
Casi siempre se dispone de varias definiciones
operacionales (o formas de operacionalizar) de una variable. Por ejemplo,
para definir operacionalmente la variable personalidad se tienen varias pruebas
psicométricas (v.g., las diferentes versiones del mencionado MMPI), pruebas
proyectivas; v.g., el test de Roscharch o el test de apercepción temática
(TAT), técnicas de entrevista directas.
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